Estas estadísticas sirven de útil recordatorio: La ciberseguridad es un área que ninguna organización de atención sanitaria puede permitirse ignorar.
Para entender por qué la ciberseguridad preocupa tanto en este sector, intenta verlo desde el punto de vista de los ciberdelincuentes. En alrededor del 90% de los intentos de intrusión, manipulación, robo o destrucción de datos o sistemas, el motivo principal es el beneficio económico. Las organizaciones de atención sanitaria suelen poseer grandes volúmenes de datos personales sensibles; exactamente el tipo de información que puede exigir un alto precio en la red oscura. Y, por supuesto, cuando un sistema de atención sanitaria crítico se cae, el impacto puede ser catastrófico. Los delincuentes saben que una clínica o un hospital harán lo que sea necesario para seguir funcionando, lo que convierte a la atención sanitaria en un objetivo privilegiado para el ransomware y otras campañas de extorsión.
Además, el negocio típico de la atención sanitaria ofrece múltiples puntos de entrada de los que aprovecharse. El atareado personal clínico no siempre es todo lo diligente que podría ser en lo que respecta a la ciberhigiene. Mientras tanto, la digitalización de la atención sanitaria y la proliferación de nuevos dispositivos conectados suponen una mayor huella digital, y más puntos de entrada que los hackers pueden explorar.
En este contexto, es vital que las organizaciones de atención sanitaria comprendan dónde y por qué son vulnerables, y qué procesos y tecnologías deben implantarse para crear ciberresiliencia.